“Horrible, fue un susto espantoso, se nos destrozó toda la casa y los cuatro coches” de la familia quedaron bajo el agua, relató Claudia Maza, vecina de la calle Burdeos, en Valle Dorado.
La lluvia empezó cerca de las siete de la noche, pero a las nueve la situación fue incontrolable: el agua rompió los cristales de muchas residencias y en el caso de la familia de Claudia Maza, se refugió en el tercer piso de su casa.
“Pasamos la noche con mucha angustia, el agua penetró rapidísimo a la sala”, señaló María Teresa Jaramillo Tapia, otra afectada, quien fue sacada en lancha junto con su hijas, nietos y un adulto mayor tambaleante. Su casa, en el número 129 de la calle Burdeos, quedó bajo las aguas, al igual que las de sus vecinos de Valle Dorado.
“En 15 minutos ya teníamos más de un metro dentro de la casa; se volteó el refrigerador, se rompieron las mesas, todo se echó a perder, pero nosotros estamos vivos”, señaló la mujer.
El agua cubrió su cocina, sala y comedor, mientras la familia de Teresa se refugió en el piso superior de su residencia, en donde pasaron la noche a oscuras, pues por seguridad “bajamos el switch para evitar electrocutarnos y sólo mantuvimos contacto con el celular”, indicó la mujer, quien era apoyada por sus nietos e hija.
“Sólo sacamos lo más necesario, lo más urgente”, y dentro de su casa quedó no sólo su patrimonio, sino la historia de las últimas cuatro décadas de su familia.
Valle Dorado es una colonia que tenía camellones arbolados y jardines; pasó a ser una enorme laguna de aguas negras.
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